En este momento estamos viviendo en España una sequía importante en gran parte del territorio acompañada de temperaturas muy elevadas mantenidas desde hace 1 mes. En Ávila en concreto llevamos en el año hidrológico en curso desde septiembre de 2018 una reducción en la precipitación de 120 litros por metro cuadrado por debajo de la media lo que equivale a un 35% menos, siendo difícil que en el tiempo que queda hasta septiembre se recupere. Por otro lado, el Adaja y sus afluentes, generalmente, no empiezan a correr hasta que no se recogen por lluvia unos 100 litros por metro cuadrado después del estío, pues necesita primero empaparse el terreno antes de que los manantiales den agua al río. Esto nos lleva a pensar que los pantanos no empezarán crecer hasta, al menos, mediados de noviembre siempre que en el otoño llueva una cantidad equivalente a la media.
El ciclo del agua está viéndose modificado por los cambios en el clima y por el uso que hacemos del agua. Ambos se relacionan con el impacto humano sobre la naturaleza. Estamos en Ávila en una situación aguda de déficit de agua por exceso de consumo y en nuestra mano está cambiar esta situación ahora y prevenirla para el futuro.
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Me parece muy interesante